‘On the Rocks’: deseando lo mejor para ti


Para cualquier chica con una relación un poco complicada con su padre.

Es común encontrar películas que representen la relación padre-hija en el subgénero del coming-of-age —personalmente mi favorito—: circunstancias parecidas en contextos diferentes, o viceversa, solo nos dan nuevas perspectivas de la dinámica de estas relaciones interpersonales, además de darte el típico desarrollo de un personaje joven a uno más maduro. On the Rocks no está dentro de este subgénero pero tiene el espíritu: Laura es una madre, esposa y artista en medio de un bloqueo creativo, la cual dice que últimamente no se ha sentido como ella misma; se encuentra con la interrogante de si su esposo le es infiel, por lo que recurre a su padre Felix en búsqueda de la verdad. Con esto, Sofia Coppola nos adentra a un mundo imaginario que se siente personal, pero a la vez universal.

Vivo en un país que comúnmente practica el machismo, así que no es sorpresa que haya tenido relaciones chocantes, especialmente con los hombres, además de tener que estar regida por la heteronormatividad y ser obligada socialmente a cumplir lo que se relaciona con ser una mujer. Es incluso más común encontrar a hombres de tu misma familia que fomentan este juego de ideas, y que por ser normalizado, pasa como algo natural y el motivo por el que te mencionan todo eso es porque “quieren tu propio bien”. Lo anterior es complicado, pues se mezcla con el amor verdadero que sienten tus familiares con pensamientos que no tienen sentido hacia lo que quieres en tu identidad: es una posición en el limbo, y es aquí donde On the Rocks quiere presentar con Laura —interpretada por Rashida Jones—. Si bien la supuesta infidelidad puede funcionar como un McGuffin, el punto principal de la cinta es la relación entre ella y su padre Felix —Bill Murray, el recién nominado al Globo de Oro por dicho papel—, un amor que parece no decirse con palabras pero se encuentra presente. 

Sofia Coppola, Rashida Jones y Bill Murray en detrás de escenas.

Se ha supuesto que esta película tiene destellos de lo que podría ser la relación entre Sofia y su padre Francis Ford Coppola, tras poner a sus personajes en un contexto de clase media-alta y que ambos incurran en trabajos relacionados con el arte; Coppola ha mencionado que las ciudades que se representan en la cinta son muy allegadas a ella, especialmente una en la que compartió recuerdos de la infancia con su padre, así que no creo que este guión sea algo ajeno o superficial para ella. Sin embargo, aún con tenerlos en un contexto más privilegiado que en el que me encuentro, pude conectarme con la relación que se representaba, y especialmente reconocía la imagen que transmitía Felix: un hombre confiado, mujeriego, quien ponía bastante atención en el físico de una mujer como para saber a qué se podía dedicar, y que por obvias razones está más experimentado en el campo de la infidelidad; todo lo mencionado se le puede adjudicar a que es un hombre completamente masculino, y que porta su género como se supone debe ser. En cambio, Laura ignora todo aquello que su padre quiere “enseñarle” sobre la vida, como que estas diferencias de género son solamente cuestión de la naturaleza, o lo que quiere un hombre en una mujer: son estas instancias en donde parece ser inofensivo para Felix pero completamente perjudicante para Laura.

Incluso con el primer diálogo que comparten tiene esta misma dinámica: Y recuerda, no te enamores de ningún hombre. Eres mía hasta que te cases. Y después también, es como si siempre fuéramos la hija de papá y no tuviéramos libertad de hacer lo que quisiéramos, y por ello se denota al inicio de la cinta que ambos personajes se encontraban distanciados. Para Felix, el que su hija lo buscara para averiguar sobre la situación de su esposo fue la situación perfecta para pasar más tiempo con ella, y se puede notar que de verdad ama a Laura: aún con ciertas ideas de la vieja escuela, lo único que quería era el bienestar de su hija y protegerla de cualquiera que lastimara su corazón, es como una condicional que no se puede desprender de ciertas relaciones familiares y, que tarde o temprano, siempre regresarás a ellos pase lo que pase.

Por su parte, Laura experimenta un camino de reinvención, después de lo que podemos ver con su vida monótona: cuidar a sus hijas, hablar con conocidas por poco tiempo y no tener un momento para charlar, sentarse en un escritorio sin ideas para su trabajo, y es solo un punto de estancamiento que desfavorece su ánimo y complementa las sospechas de su esposo. No podemos adjudicarle todo el trabajo a Felix y agradecerle por el cambio de Laura, más bien sirvió como un guía en el camino que ella misma forma y toma decisiones que la ayudan para sentirse en sintonía: toda persona tiene su propia aventura en su vida y es válido que vengan personas a querer ayudar, pero como Laura, debemos de poner un límite y tomar lo que es bueno para nosotros y nadie más. Ella ya no es aquella niña que pasaba tiempo con su padre, sin embargo no le rechaza una salida a comer una nieve para hablar sobre cualquier tema; las confrontaciones entre ellos importan, hacen que reflexionen sobre lo que hablan, y más si hay una posible infidelidad al acecho, pero la cinta es tan amable con el espectador que las relata con ayuda de la comedia, convirtiéndose en una historia feel-good que puedes compartir con aquella persona que ha estado ahí para ti, aunque en ocasiones no quisieras que tuviera ideas hechas a la antigua. 

On the Rocks se vuelve un retrato de lo mundano, de las luchas internas que tenemos para descubrir quiénes somos y qué papel queremos dar en la sociedad, es sobre querer ser amado aunque en ocasiones puedas encontrarte asfixiado por el mismo, es hallar tu libertad en lo inesperado pero incluso, en lo familiar, en donde te han conocido por toda la vida y dejan que seas tú misma, aunque a veces las condiciones no sean favorables. Es esa constante de querer a alguien y hacer de lado lo que no te conviene, es comunicación que en ocasiones llega erróneamente, pero que se puede arreglar si es que hay amor de por medio.

On the Rocks se encuentra disponible en Apple TV+.


Ana Iribe

Estudiante de Medios Audiovisuales. Fotógrafa, colaboradora en Girls at Films y erudita de los Beastie Boys. Le interesan las historias coming-of-age y las que adapta Lynne Ramsay, además considera que Anton Yelchin fue alguien que no merecíamos.


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